"LO UNICO PERFECTO AHORA, ES CREER EN MI"


Mi mundo no es perfecto.

Lo que diferencia a mi mundo de ahora al del pasado es que me estoy enamorando de mí día a día, paso a paso...Me estoy re-descubriendo a mí misma.

Me reconozco imperfecta, real, humana, y he dejado de definirme, de juzgarme y de etiquetarme.

Hoy, más consciente que nunca de mis agujeros negros y con todo el trabajo personal que me he regalado, me atrevo a decir que disfruto de una sana autoestima.

Y algo que podríamos dar por sentado, para mí son sensaciones, emociones y sentimientos totalmente nuevas.

Y esto es lo único ahora mismo perfecto en mi mundo, un mundo real en el que ocurren cosas reales, en el que continúan surgiendo miedos, dudas, crisis e inseguridades...Sólo la manera de afrontar cada reto es ahora desde otro lugar distintos, diría más pacífico y asertivo.

Ahora confío en mi instinto.

Nada más y nada menos que tener un buen concepto de mí misma y saberme como una mujer valiente y capaz, me brinda del coraje, para sobrellevar todo lo que vaya viniendo.

Antes no confiaba en la vida y ahora sí.

Antes no confiaba en nadie y ahora sí.

Y también confío en mí.

Y en mi capacidad de respuesta y de sopreponerme, en mi capacidad para sostenerme.

Hasta hace relativamente poco tiempo atrás, no me quería, tenía una imagen muy distorsionada de mí y sufrí muchísimo por este motivo. 
Sentí mucho...

DOLOR. MIEDO. FRIO. FRAGILIDAD
MIEDO A TODO.
Y MUCHA SOLEDAD.

Hoy me siento en paz y lo que atraigo en mi vida son personas pacíficas...y todavía, en ocasiones, me cuesta creer que esto sea verdad.

Ya no siento claustrofobia.

Ya no me bebo mis lágrimas sola, ni siento vergüenza, ni culpa, ni rencor.

El sentimiento de vergüenza fue uno de los más duro para mí, debido a que soy una persona muy sociable y me gusta mucho la gente.

Llegué a sufrir fobia social, claustrofobia, aragofobia ...


Me salvó mi carácter optimista y guerrero.

Me salvó el mar, el azul, el verde, y el violeta.


Me salvaron mis amigos y la gente.


Me salvó el deporte y concretamente la natación.


Me salvó viajar y saborear las mieles de mi libertad.


Me salvó escribir.


Me salvé yo.


Me cuesta verdaderamente nombrar todo esto, pero deseo y necesito escupir cualquier resquicio que quede en mí, aunque sé que queda aún trabajo por hacer, cada día me siento más orgullosa de la persona que soy...

Y ya no tengo miedo.

De verdad que nunca deseé que nadie sintiera lástima por mí, todo lo contrario...Anhelé que confiaran en mí.

Sé que desnudándome así me expongo, pero me he liberado de cualquier necesidad de agradar.

Ya no siento necesidad de esconderme, ni de aislarme...


Ahora me reconozco fuerte y altamente sensible.

Lo que en el pasado fueron losas para mí, ahora son mis principales fortalezas.


Hoy me siento libre, estoy desplegando mis alas y deseo volar cada vez más alto.

Yo ya alcancé el éxito en mi vida.


Aprender a quererme ha sido mi mayor éxito.

Y se lo debo a mis hijos.

Aunque sé que no les debo nada, y tampoco ellos a mí.

No creo en vidas, en mundos, ni en personas extraordinarias.


Lo único que para mí es extraordinario ahora, es creer en mí.

Creo profundamente que todos tendríamos que darnos la oportunidad de descubrirnos, conocernos, aceptarnos y amarnos.

Si no puedes hacerlo sola, busca ayuda. Las personas fuertes, honestas y humildes, buscan ayuda y se dejan ayudar...

Yo no podría, ni puedo, ni deseo hacerlo sola.

Me han acompañado y me acompañan personas maravillosas en el camino.

Un abrazo cariñoso,

Lola 

No hay comentarios:

Publicar un comentario